jueves, 23 de octubre de 2008

Actividad 3

Actividad 3:

Compara con atención las dos versiones del Concilio de Jerusalén según nos lo cuentan Pablo y Lucas en Gálatas 2, 1-10 y Hechos 15. Señala todos los parecidos y todas las diferencias que encuentres.

Actividad 3
Las semejanzas se encuentran remarcadas en negrita las diferencias en rojo.


Gálatas 2, 1-10

2:1 -- Después, pasados catorce años, subí otra vez a Jerusalén con Bernabé, llevando también conmigo a Tito.

2:2 -- Pero subí según una revelación, …y para no correr o haber corrido en vano, expuse en privado a los que tenían cierta reputación el Evangelio que predico en­tre los gentiles. –

2:3 -- Mas ni aun Tito, que estaba conmigo, con todo y ser griego, fue obligado a circun­cidarse; pero no permitió que Tito, "con todo y ser griego" fuera circuncidado. Entonces, si no se requería que Tito fuera circuncidado, en­tonces no se podía exigir que ningún gentil se circuncidara.


2:4 -- y esto a pesar de los falsos hermanos introducidos a escondidas, -- Eran falsos hermanos, hermanos no convertidos a "la verdad del evangelio" (Hech. 15:5) que decían a los hermanos gentiles, "Si no os circuncidáis conforme al rito de Moisés, no podéis ser salvos" (Hech. 15:1). Enseñaban que "Es necesario circuncidarlos, y mandarles que guarden la ley de Moisés" (Hech. 15:5).

-- que entraban para espiar nuestra liber­tad) que tenemos en Cristo Jesús, -- Estos falsos hermanos no eran verdaderos miembros del cuerpo de Cristo, sino que obraban como espías para destruir la obra de Pablo. Estos no querían la libertad que Cristo ofrece. No querían ser libres de la ley de Moisés. Más bien, querían permanecer esclavizados a ella, pero Pablo y todos los hermanos fieles quedan li­bres de la ley de Moisés y, por eso, de la cir­cuncisión y por tanto la justificación, Hech. 15:1).
-- para reducirnos a esclavitud, -- Hech. 15:10. Los judaizantes quedaron reducidos a esclavitud.
Pablo comienza a presentar el evangelio de Jesucristo como "libertad" y la Ley de Moisés como "esclavitud".

2:5 -- a los cuales ni por un momento ac­cedimos a someternos Si hubieran permitido que Tito fuese circuncidado, habrían acce­dido a someterse a los judaizantes. Pablo en­fáticamente rehusó contemporizar con los judaizantes. No hay ningún acuerdo entre "la verdad del evangelio" y el "circuncidarse y guardar la ley".
-- para que la verdad del evangelio -- Que los gentiles son justificados por el evangelio solamente (no por la circuncisión y el guardar la ley de Moisés) y, por lo tanto, que por medio del evangelio de Cristo pueden disfru­tar de todos los derechos, honores y privile­gios que Dios ofrece a sus hijos.
-- permaneciese con vosotros. -- Los her­manos Gálatas fueron convertidos por la ver­dad del evangelio, es decir, solamente por el evangelio, pero los judaizantes no querían que la verdad del evangelio permaneciese con ellos; más bien, querían someterles a la ley de Moisés. Si Pablo se hubiera sometido a los judaizantes, entonces "la verdad del evangelio" se habría invalidado y la iglesia del Señor no habría sido el reino universal del Mesías sino simplemente otra secta más de los judíos.
2:6 -- Pero de los que tenían reputación de ser algo (lo que hayan sido en otro tiempo nada me importa; Dios no hace acepción de per­sonas), a mí, pues, los de reputación nada nuevo me comunicaron. -- Habiendo expli­cado el conflicto con los judaizantes, ahora vuelve al tema de la independencia de su apostolado, afirmando que en cuanto al evangelio que predicaba no recibió nada de los otros apóstoles. No hemos de suponer que Pablo habla con desprecio ni mucho menos con ironía, sino que sin duda utiliza el lenguaje de los judaizantes con respecto a los otros apóstoles para hacer hincapié en su propio apostolado (tan despreciado por los judaizantes). Pablo respetaba a los otros apóstoles y tenía plena comu­nión con ellos, pero tuvo que aclarar que ellos -- por grandes e importantes que fuesen -- no le suplieron ninguna parte del evangelio que él predicaba ni tampoco recibió alguna autoridad de ellos.
2:7 -- Antes por el contrario, como vieron que me había sido encomendado el evangelio de la incircuncisión, como a Pedro el de la cir­cuncisión -- Los otros apóstoles, siendo hom­bres sinceros, podían ver que la obra de Pablo era bendecida por Dios. Esto fue un golpe para los judaizantes.
2:8 -- (pues el que actuó en Pedro para el apostolado de la circuncisión, actuó también en mí para con los gentiles), -- Ambos hicieron las señales de apóstol (2 Cor. 12:12; Mar. 16:20; Hech. 14:3; Heb. 2:3, 4).
2:9 -- y reconociendo la gracia que me había sido dada, Jacobo (mencionado antes que Cefas o Pedro), Cefas y Juan, que eran con­siderados como columnas, nos dieron a mí y a Bernabé la diestra en señal de compañerismo, para que nosotros fuésemos a los gentiles, y ellos a la circuncisión..
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nos dieron ... la diestra en señal de com­pañerismo -- Esto fue un mo­mento muy importante. Con este acto dieron evidencia del acuerdo de ser verdaderos hermanos y colaboradores en la predicación del evangelio, que no trabajarían en contra los unos de los otros, sino en armonía. En­tonces lo que los judaizantes decían de Pablo con respecto a su relación con los otros após­toles era falso. Pablo era independiente de ellos, pero había perfecta armonía y comu­nión entre ellos.

2:10 -- Solamente nos pidieron que nos acordásemos de los pobres; lo cual también procuré con diligencia hacer. Esta benevolencia no solamente suplió la necesidad de los santos pobres, sino que también sirvió para estrechar relaciones en­tre los hermanos gentiles y judíos

No habla de la tirantez entre Pablo y Bernabé, ni de la dirección que cada uno tomó.

Hechos de los Apóstoles 15


15:2. Se produjo con esto una agitación y una discusión no pequeña de Pablo y Bernabé contra ellos; y decidieron que Pablo y Bernabé y algunos de ellos subieran a Jerusalén, donde los apóstoles y presbíteros, para tratar esta cuestión.

No menciona los años que habían pasado.
Tito no está mencionado en Hechos


15:6. Se reunieron entonces los apóstoles y presbíteros para tratar este asunto.
15:7. Después de una larga discusión, Pedro se levantó y les dijo: «Hermanos, vosotros sabéis que ya desde los primeros días me eligió Dios entre vosotros para que por mi boca oyesen los gentiles la Palabra de la Buena Nueva y creyeran.

15:4. Llegados a Jerusalén fueron recibidos por la Iglesia y por los apóstoles y presbíteros, y contaron cuanto Dios había hecho juntamente con ellos


15:5. Pero algunos de la secta de los fariseos, que habían abrazado la fe, se levantaron para decir que era necesario circuncidar a los gentiles y mandarles guardar la Ley de Moisés.



15:1. Bajaron algunos de Judea que enseñaban a los hermanos: «Si no os circuncidáis conforme a la costumbre mosaica, no podéis salvaros.»


15:10. ¿Por qué, pues, ahora tentáis a Dios queriendo poner sobre el cuello de los discípulos un yugo que ni nuestros padres ni nosotros pudimos sobrellevar?


15:2. Se produjo con esto una agitación y una discusión no pequeña de Pablo y Bernabé contra ellos; y decidieron que Pablo y Bernabé y algunos de ellos subieran a Jerusalén, donde los apóstoles y presbíteros, para tratar esta cuestión.

8. Y Dios, conocedor de los corazones, dio testimonio en su favor comunicándoles el Espíritu Santo como a nosotros;
9. y no hizo distinción alguna entre ellos y nosotros, pues purificó sus corazones con la fe.
11. Nosotros creemos más bien que nos salvamos por la gracia del Señor Jesús, del mismo modo que ellos.»
12. Toda la asamblea calló y escucharon a Bernabé y a Pablo contar todas las señales y prodigios que Dios había realizado por medio de ellos entre los gentiles.
13. Cuando terminaron de hablar, tomó Santiago la palabra y dijo: «Hermanos, escuchadme.
14. Simeón ha referido cómo Dios ya al principio intervino para procurarse entre los gentiles un pueblo para su Nombre.
15. Con esto concuerdan los oráculos de los Profetas, según está escrito:
16. «Después de esto volveré y reconstruiré la tienda de David que está caída; reconstruiré sus ruinas, y la volveré a levantar.
17. Para que el resto de los hombres busque al Señor, y todas las naciones que han sido consagradas a mi nombre, dice el Señor que hace
18. que estas cosas sean conocidas desde la eternidad.
19. «Por esto opino yo que no se debe molestar a los gentiles que se conviertan a Dios,
20. sino escribirles que se abstengan de lo que ha sido contaminado por los ídolos, de la impureza, de los animales estrangulados y de la sangre.
21. Porque desde tiempos antiguos Moisés tiene en cada ciudad sus predicadores y es leído cada sábado en las sinagogas.»
22. Entonces decidieron los apóstoles y presbíteros, de acuerdo con toda la Iglesia, elegir de entre ellos algunos hombres y enviarles a Antioquía con Pablo y Bernabé; y estos fueron Judas, llamado Barsabás, y Silas, que eran dirigentes entre los hermanos.
23. Por su medio les enviaron esta carta: «Los apóstoles y los presbíteros hermanos, saludan a los hermanos venidos de la gentilidad que están en Antioquía, en Siria y en Cilicia.

15:33. Pasado algún tiempo, fueron despedidos en paz por los hermanos para volver a los que los habían enviado.


No hace esta mención a los pobres

24. Habiendo sabido que algunos de entre nosotros, sin mandato nuestro, os han perturbado con sus palabras, trastornando vuestros ánimos,
25. hemos decidido de común acuerdo elegir algunos hombres y enviarlos donde vosotros, juntamente con nuestros queridos Bernabé y Pablo,
26. que son hombres que han entregado su vida a la causa de nuestro Señor Jesucristo.
27. Enviamos, pues, a Judas y Silas, quienes os expondrán esto mismo de viva voz:
28. Que hemos decidido el Espíritu Santo y nosotros no imponeros más cargas que éstas indispensables:
29. abstenerse de lo sacrificado a los ídolos, de la sangre, de los animales estrangulados y de la impureza. Haréis bien en guardaros de estas cosas. Adiós.»
30. Ellos, después de despedirse, bajaron a Antioquía, reunieron la asamblea y entregaron la carta.
31. La leyeron y se gozaron al recibir aquel aliento.
32. Judas y Silas, que eran también profetas, exhortaron con un largo discurso a los hermanos y les confortaron.
15:35. Pablo y Bernabé se quedaron en Antioquía enseñando y anunciando, en compañía de otros muchos, la Buena Nueva, la palabra del Señor.
15:36. Al cabo de algunos días dijo Pablo a Bernabé: «Volvamos ya a ver cómo les va a los hermanos en todas aquellas ciudades en que anunciamos la palabra del Señor.»

15:37. Bernabé quería llevar también con ellos a Juan, llamado Marcos.
15:38. Pablo, en cambio, pensaba que no debían llevar consigo al que se había separado de ellos en Panfilia y no les había acompañado en la obra.
15:39. Se produjo entonces una tirantez tal que acabaron por separarse el uno del otro: Bernabé tomó consigo a Marcos y se embarcó rumbo a Chipre;
15:40. por su parte Pablo eligió por compañero a Silas
y partió, encomendado por los hermanos a la gracia de Dios.
15:41. Recorrió Siria y Cilicia consolidando las Iglesias.»


Una parte importante del capítulo 15 se encuentra en Hch.15:6 -- Y se reunieron los apóstoles y los ancianos para conocer de este asunto. Pablo se refiere a esta junta en Gál. 2:2; dice, "para no correr o haber corrido en vano, expuse en privado a los que tenían cierta reputación el evangelio que predico entre los gentiles". Esto fue un acto muy juicioso, porque era necesario que los todos los apóstoles y ancianos entendieran la verdad y que estuvieran unidos para poder resolver el problema. Estaba en juego la libertad de los hermanos gentiles. En Gál. 2:1-10 para ver el gran éxito de esa entrevista: los demás aceptaron que Tito (un griego) no fuera circuncidado, y les dieron a Pablo y Bernabé "la diestra en señal de compañerismo" (v. 9).

Pablo no tiene la aprobación de la iglesia madre en Jerusalén. El está haciendo sus propias cosas aparte de los demás. Pablo responde que él ha tenido dos reuniones con los líderes en Jerusalén y ellos no añadieron nada a su mensaje. Ellos reconocieron su ministerio a los gentiles. Ellos no obligaron al cristiano gentil que le acompañaba (Tito) de ser circuncidado. Gal.2:1-10

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